lunes, 11 de noviembre de 2019

ROMA, TERCER DÍA (DE PLAZA DEL POPOLO A PLAZA VENECIA, MUSEOS CAPITOLINOS))

Hoy toca una mañana de paseo, aunque para comenzarlo tomamos el autobús hasta la plaza del Popolo desde donde bajaremos por la Vía del Corso.
Fue la entrada de Roma en tiempos del Imperio y un cruce de camino de donde parten tres importantes avenidas.


Domina la plaza el obelisco egipcio de Ramsés II con sus 24 metros de altura, a uno de sus lados está la Iglesia de Santa María del Popolo, nos cuesta encontrarla pues su fachada está tapada para la rehabilitación. Nos sorprende su gran riqueza decorativa, aunque sus techos son más bajos de lo habitual.


Tenía especial interés en visitarla púes en la capilla a la izquierda del altar mayor se pueden contemplar dos lienzos de Caravaggio: Conversión de San Pablo y Crucifixión de San Pedro.
La capilla Chigi es importante por estar decorada por Rafael.


Enfrente se encuentran las iglesias gemelas:
Santa María Montesano a la izquierda, de planta elíptica y cúpula dodecagonal. Desde 1953 es la iglesia de los artistas. La encontramos cerrada, cosa rara en Roma.


Santa María del Miracoli que es circular y con cúpula octogonal.


Elevándose por encima de la plaza está el Mirador del Pinzio al que se accede por un camino en zigzag sombreado por árboles, por lo que no supone gran esfuerzo. La vista es buena pero en la foto no se aprecia.
Aprovechamos la sombra en la bajada para darnos un pequeño descanso mientras reponemos fuerzas antes de tomar la Vía del Corso en sentido descendente. Su nombre viene de corsa, carrera de caballos sin jinete que se celebraban en Carnaval. Tiene una milla de longitud o lo que es lo mismo 1,6 Km, une Plaza Venecia con plaza del Popolo.


A mitad de camino, hacia la izquierda, está Plaza de España con su famosa escalera construida en el siglo XVIII para comunicar la plaza con la iglesia de Trinidad del Monte. Tengo que decir que es uno de los lugares de Roma que me desilusionó.


En la plaza está la fuente de la Barccacia diseñada por Pietro Bernini y terminada por su hijo Lorenzo Bernini, tiene grabados del emblema de la familia con soles y abejas.


La plaza de España debe su nombre por ser comisionada en 1721 por la casa de los Borbones con el fin de comunicar la iglesia con la embajada española.
Esta zona es de tiendas de grandes marcas, algunos escaparates nos atraen.
Nuestras visitas de la mañana han concluido y nos queda un paseo hasta el lugar donde vamos a comer recomendado a mi amiga por alguien que ya estuvo en Roma.


Restaurante Ricci se encuentra en la Via Genova, una calle sin salida, perpendicular a la Via Nazionale que nos lleva directamente al hotel. Es un sitio cálido y acogedor, con buen servicio.

Fue donde mejor comimos, sin exceder el precio, durante nuestra estancia. Un entrante a compartir, plato de pasta y postre casero sobre 20 euros. Sin dudar lo recomiendo.
Después al hotel, toca nuestro rato de descanso para continuar con las visitas de la tarde.


Hemos decidido dedicarla al Campidlogio, la colina sagrada, hay mucho que ver. La plaza de este nombre fue diseñada por Miguel Ángel y es la única renacentista que queda en Roma.

Ascendemos por la rampa escalonada conocida como Cordonata de Miguel Ángel que termina con las imponentes estatuas de Castor y Polux, protectores de la ciudad. Me impresiona esta subida, incluso más que la escalera de la Plaza de España.


A la derecha está la Basílicas de Santa María en Aracoeli que significa altar del cielo. La ascensión de los 124 escalones da suerte a los novios que se casan en esta iglesia, según dice la tradición. Pero nosotras no estamos dispuestas, desde la plaza del Campidoglio por la parte posterior de la basílica acedemos a ella, es muy bonita, se construye sobre otra del siglo VI, es de aspecto románico-gótico debido a la presencia de los franciscanos durante la Edad Media.


En su decoración se aprecian 22 columnas diferentes, recuperadas de edificios de la antigua Roma.


El conjunto de la iglesia es precioso, creo que es una de las que más me gustaron, pudimos disfrutar de la visita casi en solitario.
He leído que el 24 de diciembre se encienden velas en las escaleras que se llenan de romanos cantando temas navideños.
A continuación nos vamos a los Museos Capitolinos, después de los Vaticanos los más importantes de Roma.

El niño de la espina o el Espinario
Venus Capitolina



La Medusa

Loba Capitolina

Es uno de los lugares de este viaje donde me siento emocionada de ver tantas obras conocidas después de tantos años estudiando arte.


Me pareció impresionante la escultura griega del siglo IV "León atacando a un caballo" que se encuentra en la misma sala que el original del retrato ecuestre de Marco Aurelio, una de las joyas del museo.


Pero también hay mucha pintura, como por ejemplo la "Buenaventura" de Caravaggio, obra de juventud del pintor.



 Otra curiosidad es el retrato atribuido a Diego Velazquez "Retrato de español con bigotes" que por fin es reconocido como su amigo en Roma, Juan de Córdoba.
Podría seguir citando obras ¡hay tantas! pero voy a continuar con el resumen de la tarde.



















Por detrás de los Museos Capitolinos hay un mirador con vistas al Foro, una nueva mirada a las ruinas de Roma.
Nos damos un paseo admirando estos restos del centro administrativo de la vida romana en la antigüedad.


Y por fin, ya oscureciendo, nos decidimos a abandonar esta plaza que tantos tesoros nos ha descubierto.