Esta vez mi viaje me ha llevado a Almería, más concretamente a Aguadulce, quizás una de las provincias de España más desconocidas para mi.
He tenido una gran sorpresa. Una de las cosas que más me ha sorprendido es la profusión de zonas verdes y arboleda en sus ciudades, en una zona que se supone seca.
Aguadulce es una pequeña población perteneciente al municipio de Roquetas de Mar, eminentemente zona turística. En verano se multiplica su población y como pasa en estos pueblos, su eje principal es el paseo de la playa, bordeado de palmeras.
Está a pocos minutos de la capital, bordeando una carretera que discurre al lado del mar, un paseo magnifico en los días soleados que me han acompañado.
Una de las principales atracciones del hotel donde he estado alojada fue contemplar el amanecer todos los días desde mi habitación, soy de las madrugadoras y por nada del mundo me hubiera perdido ese espectáculo de la naturaleza. Por las noches también podía ver la señal luminosa del cabo de Gata, al otro extremo del golfo de Almería.
Otra de las cosa que sorprenden, aunque ya sabemos de ello, es el famoso "mar de plástico" que se ve por todas partes.
Aprovechan cualquier rincón para montar un invernadero. Algo sorprendente es que en el cabo de Gata, zona protegida, también se ven.
Mi primera visita a la capital fue a la Alcazaba, que se divisa desde cualquier zona, son tres recintos en uno.
Desde lo alto hay unas estupendas vistas del puerto y de la ciudad, con el barrio de la Chanca a los pies.
Fundada en el siglo X por Abderramán III se empezó a construir cuando le concede a Almería la categoría de medina.
Se entra por la Puerta de la Justicia en la Torre de los Espejos desde donde se hacían señales a los barcos.
En 1522 hubo un terremoto y debido a eso esta parte fue reconstruida a semejanza de algunos jardines de la Alhambra, con fuentes y canales en los desniveles de la zona.
En este recinto había aljibes y se puede ver con uno de los pozos que se usaba para subir el agua a esta altura.
Después nos encontramos con el Muro de la Vela que sirve de separación del primer y segundo recinto, se llama así por tener la Campana de la Vela que anunciaba los acontecimientos, peligros...
El segundo recinto era la zona donde vivían los gobernantes, guardia y servidores. Hoy queda la mezquita, que fue reconstruida por los Reyes Católicos, el aljibe, las reproducciones de dos casas, que se usan para exposición de objeto de aquella época.
El tercer recinto es la parte que fue mandado construir por los reyes Católicos, después de la conquista de Almería. Tiene un gran Patio de Armas protegido tres torres y con un foso alrededor.
Desde algunos miradores se ve la murallas del Cerro de San Cristóbal, resto de la que rodeaba la ciudad.
Otro dato curioso sobre la Alcazaba es que en ella se han rodado muchas películas, lo que se puede ver en una sala con paneles y explicaciones sobre ellas.
Una mañana bien aprovechada que termina con un paseo por la zona centro de la capital de grandes avenidas, con su zona comercial muy concurrida.