La villa romana de Veranes comprende, aproximadamente, una hectárea de extensión en el lugar conocido como Venta de Veranes, a 12 kilómetros de Gijón.
Está enclavada en una vertiente a media ladera, a unos 150 metros sobre el nivel del mar y se encuentra situada en la Ruta de la Plata a su paso por el concejo de Gijón.
En la visita nos acompaña el director de las excavaciones Fernando Gil Sendino.
Lo primero el museo con los restos procedentes de la excavación de la villa. En una inscripción encontrada en el dormitorio del señor de la villa, dice: Que disfrutes de tu casa.
Una villa romana es una explotación agropecuaria con dos partes: la zona residencial o pars urbana y la pars rustica.
Los restos que vamos a visitar pertenecen a la pars urbana de una villa del siglo IV d. de C. Su propietario seguramente se llamaba Veranius. Estuvo en uso hasta el siglo V.
La visita se realiza a través de un sendero con puntos de observación.
A la izquierda del patio de acceso está el área de servicio (hórreo), la cocina y el horno.
En el hórreo o granero podemos ver los pilares de piedra sobre los que se levantaba y también vemos la doble pared, para aislar de la humedad.
A la derecha de la entrada están las otras habitaciones, con una gran galería que conduce a la otra parte de la villa destinada a la vida social y política.
En esta zona podemos ver una sala de estar, exedra, un gran comedor o triclinium, rematado por un ábside y los baños o termas.
En la habitación del señor, diaeta, se ve el hipocausto, sistema de calefacción del suelo.
Hay una nave rectangular delante del espacio principal, la estancia de representación, oecus, con una escalera para entrar a la sala.
En esta estancia recibía el señor a sus clientes o embajadas y ejercía el dominio sobre las gentes y sus tierras.
Nudo de Salomón |
Este espacio tiene una cubierta cúbica, moderna, que da idea, con su volumen, de las dimensiones de la sala.
La visita se complementó, por la tarde, con otra al arqueológico de Oviedo, para ver los restos que se encuentran allí.
Descripción de hipocausto: En el esterior del edificio se construía un horno y los gases calientes de la combustión se llevaban por canalizaciones situadas bajo el suelo de la casa, cuyas baldosas se sustemtaban sobre pilas de ladrillos (pilae). La altura de este espacio era de unos 40 a 60 centímetros
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