domingo, 2 de septiembre de 2018

DE NUEVO EN VALLADOLID- III

Nuestro último día en Valladolid vamos a visitar la Casa Museo de Cervantes, como somos madrugadoras estamos delante de ella antes de su apertura.


Cervantes estuvo en dos ocasiones en Valladolid. La primera siendo niño, la segunda ya de adulto estando la Corte en la ciudad. Aquí iniciaría los tramites para la publicación del Quijote. También se cree que pudo escribir algunas de sus "Novelas ejemplares" por las referencias a la historias de Valladolid y a lugares de ella y sus alrededores.
https://youtu.be/TDAQFe7ya4U
El museo es un conjunto de cuatro casas construidas por el arquitecto Juan de las Navas en 1601. La casa se compone de seis estancias en las que vemos el estilo de vida, la decoración y las costumbres de la época.


El mobiliario es del siglo XVII, algunas piezas cedidas en deposito por otras instituciones. En la foto el estrado que era el espacio destinado a las mujeres donde hacían sus labores y charlaban. A la izquierda vemos un bargueño o mueble escritorio que desempeñaba las funciones de los cajones de la mesa de despacho, pero también como caja de seguridad pues todos tenían compartimentos secretos.


















La casa conserva el suelo de baldosas de barro, con las paredes encaladas y el techo con vigas de madera.


En la fachada hay una placa colocada por el Ayuntamiento en 1866 cuando se demostró que allí vivió el escritor.


En la zona delantera de la casa hay un pequeño jardín con una fuente central, un sitio muy agradable para un pequeño descanso antes de continuar con nuestro paseo. Me ha encantado esta visita.













Damos un paseo para acercarnos hasta el Pasaje Gutiérrez único pasaje comercial de Valladolid inaugurado en 1886. Consta de dos tramos con una rotonda central donde está la estatua de Mercurio, dios del comercio. En su construcción se emplearon los materiales de la época, el hierro y el cristal. En la actualidad está restaurado.


Ya solo nos queda recoger las maletas para ir acercándonos a la estación.


Aprovechamos para atravesar el parque, llamado Campo Grande con un estanque con una pequeña cascada y recortados parterres.


Pero me sorprende encontrarme con la figura del pavo real que antes habitaba el parque de Oviedo. Nos encontramos con este presumido animal pavoneándose con su cola abierta.


Y para finalizar la visita la Plaza de Colón  ya con la estación enfrente. El Monumento a Colón tiene dos alturas con distintas escenas de la vida del descubridor que es el que remata el conjunto.
Damos por concluido el viaje, lo hemos disfrutado yendo a nuestro ritmo y realizando las visitas previstas.