jueves, 25 de julio de 2019

TREN TURÍSTICO: LA SIDRA Y LOS DINOSAURIOS

Este verano Renfe ha organizado tres rutas turísticas por Asturias y he decidido participar en una de ellas para compartir esta manera diferente de disfrutar una excursión por el Principado, alternando tren y autobús. Voy con un grupo de amigas.


Salimos desde la estación de Oviedo con un poco de retraso por problemas en el tren. Por megafonía se presentan las personas que nos acompañaran todo el día.


En Lieres nos esperan los dos autobuses en que seguiremos viaje hasta Villaviciosa para visitar las instalaciones de Sidra El Gaitero.


Ya nos están esperando y en dos grupos empezamos el recorrido con una grabación que nos explica los comienzos de la empresa. 



 Recorremos la colección permanente donde vemos carteles, botellas, vasos y entre otras cosas el cuadro original de donde salió la imagen de la fábrica, es de José Fernández Cuevas.

Después las bodegas para ver el proceso completo de la manzana desde la zona de entrada y lavado, pasando por la sala de prensa hasta el tren de embotellado y embalaje, vemos el proceso completo.

De vuelta al autobús con dirección al concejo de Colunga en donde, en un lugar privilegiado frente al mar,se encuentra el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA). Su situación se debe a que en esta zona del litoral se pueden visitar nueve yacimientos de huellas de dinosaurios, yo he visto algunas cerca de la playa de La Griega. 


El edificio está dividido en tres grandes áreas cada una dedicada a uno de los periodos en los que se divide el Mesozoico. El hilo conductor es el tiempo y la guía, muy amena, nos informó de los distintos aspectos  de los dinosaurios.
La mañana ha sido larga y se acerca la hora de comer. Tenemos en Colunga dos horas y sin pensarlo nos vamos al restaurante que se ha molestado en acercarse al autobús para dar información. 










Se trata del Hotel Entreviñes, un lugar agradable en donde comimos el plato del día con rapidez y buen precio.

Nos queda media hora y la aprovechamos para un pequeño recorrido por el pueblo, hay quien no lo conoce.


Llegamos hasta la Plaza del Ayuntamiento cuyo edificio es el antiguo Palacio de Estrada. Sobre el balcón central el escudo de los Álvarez de Colunga adoptado como escudo del concejo.










La iglesia de San Cristóbal es de origen románico, pero la actual fue edificada en 1851 de estilo neorrománico.
Se conservan pequeños restos románicos como un capitel y algunos canecillos.



Llega la hora convenida y de nuevo en el autobús nos dirigimos al Mirador del Fito en la carretera que va a  Arriondas, inaugurado en 1927.













Se encuentra a 5 kilómetros de la costa por lo que podemos ver el Cantábrico y a lo lejos los Picos de Europa, unas vistas excepcionales.


Desde allí nos acercamos a la estación de Arriondas para de nuevo tomar el tren hasta Nava donde nos esperan para la visita guiada al Museo de la Sidra.


Su objetivo es dar a conocer y promocionar la bebida característica de Asturias. El proceso de la manzana ya lo hemos visto por la mañana, pero aquí también nos relatan la influencia en las fiestas
donde se consume, por ejemplo lo que es una espicha que los turistas de fuera de la región no conocen.


Algunas personas se deciden a tocar la gaita, jugar a la rana o incluso a echar un "culín".
La excursión ya está a punto de terminar, volvemos al tren que nos devuelve al lugar de salida, se me ha hecho el día un poco largo, en mi caso es comprensible, ya conocía todos los lugares que hemos visitado.

Canecillo: En arquitectura y en arte se denomina canecillo a la cabeza de la viga que asoma al exterior y soporta la cornisa o alero.


miércoles, 3 de julio de 2019

DE NUEVO EN BILBAO

Hace unos años, creo que son ocho, visité Bilbao en una excursión de la Universidad de Mayores, era la primera que hacía con ellos y fue estupenda.
Esta vez mi objetivo principal es entrar al Museo Guggenheim, la vez anterior fue para ver una exposición de Antonio López en el Museo de Bellas artes, además entonces ya visité el casco antiguo.


Llegamos pronto pues está muy cerca de Vitoria, pero aun así nos dan solo una hora, poco tiempo, pero yo no desisto de visitar el museo.


El chico que me vende la entrada me aconseja que no lleve audioguía que me retrasará. Me dice que empiece en la tercera planta y vaya bajando, así podré administrar mejor mi tiempo. Creo que fue un buen consejo.




















El edificio puede considerarse como una escultura, es obra de Frank  Gehry. Su forma no tiene ninguna razón geométrica. El edificio se articula en torno a un eje central que es el atrio, un espacio monumental coronado por un lucernario. En torno a él, pasarelas curvas, ascensores acristalados y torres de escaleras, todo para llegar a las salas expositivas.


De sus exposiciones temporales la que más me interesa es la de "Giorgio Morandi y los Maestro Antiguos" una preciosa muestra de sus bodegones con algunas estampas al aguafuerte que yo no conocía. Entre los maestros antiguos el Greco con un pequeño cuadro de la Anunciación (prohibido hacer fotos).


Otra exposición que me gustó es la gran instalación de  Richard Serra "La materia del tiempo" ocho esculturas de acero, ésta es permanente.


Por fin he cumplido mi deseo tantos años demorado, he visitado el Guggenhein.


Llego puntual al lugar de reunión que es en la escultura Mamá, la gran araña, en el exterior del museo.


Ya con el grupo nos encaminamos hacia el casco antiguo de Bilbao recorriendo la ría por el Paseo de Uribitarte y cruzando a la otra margen por el Puente de Zubizuri o de Calatrava, que no conocía.


Seguimos por el Paseo de Volantín pasando por delante del Ayuntamiento construido a finales del XIX  por el mismo arquitecto que el Teatro Arriaga, Joaquín Rucoba. Es de estilo ecléctico principalmente de influencia  francesa.


Y Finalmente por el Paseo del Arenal llegamos al Teatro Arriaga, ahí es donde nos reuniremos después de comer para emprender la marcha. Tiempo libre para la comida.
Nos adentramos en el casco viejo, primero buscamos donde comer, tenemos claro que queremos menú a pesar de la fama de sus pinchos.


Después de reservar nos tomamos un aperitivo en uno de los locales típicos de la zona "Xukeia" con una decoración que cuenta la vida de la ciudad  en sus cuadros. Degustamos uno de sus pinchos tradicionales.
Tras la comida hay tiempo para dar un paseo, aunque ya empieza a llover, hemos tenido suerte pues lleva amenazando todo el día.


Atravesamos la Plaza Nueva rodeada de soportales que albergan bares y restaurantes. Es de estilo neoclásico de forma rectangular. Los domingos es día de mercado y coleccionistas, a esta hora ya recogiendo.


 Ya nos vamos acercando al punto de encuentro pero yo quiero ver la Estación la Concordia de Feve, inaugurada en 1902 es de estilo modernista con su característico empleo de la cerámica, cristal y hierro forjado.
Recientemente he leído "El Transcantábrico" de Juan Pedro Aparicio y describe la estación y su uso, en un principio para traer el carbón de la cuenca minera leonesa.



Seguimos el paseo por los soportales, llueve, hasta llegar al Mercado de la Ribera que fue reconstruido no hace muchos años.
Llega la hora de reunirnos para iniciar el regreso, somos puntuales.
El viaje ha sido rápido pero aprovechado.