miércoles, 18 de noviembre de 2015

SEGOVIA

Comienza nuestro segundo día de viaje, hemos quedado a las 10:00 con la guía, su nombre es Ana Gomez.


Nos recoge en el Hotel y lo primero que nos encontramos es la iglesia de San Millán, magnifica muestra del románico segoviano. Se encuentra cerrada, pero tuvimos ocasión de verla la noche anterior.


Continuamos por la amplia avenida de Fernández Ladreda que nos lleva directamente al Acueducto donde nos comenta sobre su historia.
Magnifica obra de ingeniería civil que nos dejaron los romanos, posiblemente a finales el siglo I d.C.
Su recorrido desde la sierra de Guadarrama es de 14.965 metros, con 166 arcos de piedra granítica construido con sillares unidos sin ningún tipo de argamasa. Ha prestado servicio a la ciudad hasta fecha reciente.


En la plaza del Azoguejo, donde nos encontramos, presenta su máxima altura y sus 43 arcos están dispuestos en dos ordenes. En una hornacina está la imagen de la Virgen de la Fuencisla patrona de la ciudad, arropada por la bandera del cuerpo de Artillería
Debajo las huellas de una inscripción con letras de bronce que no se ha descifrado.


Comenzamos la ascensión, siguiendo el recorrido del Acueducto hasta llegar a los arcos del primer tramo.


La guía nos va comentando episodios de la historia relacionados con el monumento.
Llegamos a la zona conocida como el Campillo, extramuros de la ciudad, donde se encuentra el Monasterio de San Antonio el Real, nuestra próxima visita.


La portada es de tipo isabelino, de Juan Guas el arquitecto preferido de la reina. Es de arcos rebajado, conopial y trilobulado, enmarcados por un alfiz. La adornan los escudos de Enrique IV a quien debe su origen.
La iglesia se compone de una nave central amplia y una pequeña de acceso. Tiene dos coros, bajo y alto.


El techo de la nave pequeña es un alfarje con policromía ya renacentista, bastante deteriorado.
La iglesia decorada con damascos y retablo barroco. Sobre el altar una impresionante artesonado de lacerías de diez, tallado en madera de pino de Valsaín como todas las techumbres del monasterio.
Es el mudéjar de más calidad y valor arquitectónico de Segovia.


En la sacristía la techumbre con motivos vegetales restaurada en 2002, con heráldica del rey y con el cordón franciscano.


Entrar en el claustro produce una gran impresión, es como situarnos en el pasado. El suelo es de piedra caliza y granito original. Cubre todo el claustro una lacería ataujerada de ocho que está intacta. Al parecer única en España.


Está decorada con distintas obras de arte, como los tres retablos del Calvario o las cinco capillas devocionales. También con varios lienzos entre los que destaca un Cristo Redentor del siglo XVII.


Una sala más alegre es el Refectorio, decorado por la pintura realizada por una monja en el siglo XVIII. La del fondo es de más calidad de 1481.


También tiene un precioso púlpito de madera y yesería con decoración mudéjar.


Y llegamos al claustro gótico mudéjar con su pequeña fuente con surtidor en el centro, remanso de paz.


Con arcos apuntados muy sencillos y en el piso superior galería con balconcillos de piedra con arco carpanel.
El mudéjar está representado en el ladrillo de la espadaña y en los modillones del tejadillo que separa los dos pisos.


La sala Capitular es la más importante y por eso tiene el techo más elaborado. Es una estructura ochavada de limas moamares con lacería formando ruedas de nueve y doce, está muy bajo por ser un falso techo.
Hemos visitado un verdadero museo gracias a la recomendación de la guía, queda alejado, pero merece la pena.
Los comentarios sobre los artesonados los he tomado del folleto que compré en el monasterio, yo no se sobre ello y me parecía muy interesante.

Claustro del Hotel San Antonio el Real

Nos tomamos un pequeño descanso en la cafetería de un hotel cercano que formo parte del monasterio, tiene un bonito claustro.


Desandamos el camino, siguiendo de nuevo el Acueducto hasta llegar a la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, debe su importancia a las pinturas románicas del ábside. Fueron descubiertas en la restauración de 1960. Los temas son los típicos del románico: el Pantocrátor en mandorla con el Tetramorfos y escenas de la vida de Cristo.


Me pareció muy curioso el Cristo de los Gascones, articulado.
Recorremos las calles con algunos comentarios de nuestra guía, destacando el que nos hace sobre la teja segoviana subiendo por la Calle Juan Bravo.


Colocan la teja árabe al revés. Hay quien dice que así soportan mejor el peso de la nieve y el hielo.
Para terminar la mañana vamos a visitar el convento de Corpus Christi, antigua Sinagoga Mayor. Yo la conozco de otro viaje anterior.


Tiene una sala hipóstila dividida en tres naves, separadas por arcos de herradura y pilares octogonales, con capiteles de piñas y roleos. Sobre las naves laterales una galería con arcos de herradura intercalados con arcos pentalobulados.


La construcción podría ser del siglo XVIII, aunque los primeros documentos datan del siglo XV.
Ya es medio día  y nos desperdigamos en busca de un lugar donde comer. por la tarde continuará la visita.

Lacerías de diez: Serie de lineas entrecruzadas que dan origen a formas estrelladas y poligonales. la base a partir del cual se desarrolla el dibujo es un polígono regular de cuatro, seis, ocho, diez..

Arco conopial: Arco algo apuntado, pero que tiene una escotadura en la clave, de modo que esta tiene un vértice hacia arriba.

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