lunes, 7 de octubre de 2019

ROMA, SEGUNDO DÍA (COLISEO, FOROS IMPERIALES Y PALATINO)

Después de una noche de descanso comenzamos nuestro segundo día en Roma, tenemos una de las dos visitas guiadas que realizaré con el grupo.
Hay que madrugar, para mi amiga y para mí no es problema, a las 7:00 estamos desayunando. Hemos quedado a la puerta del hotel a las 7:45.


De camino vemos la casa donde vivió Lucrecia Borgia hija de Rodrigo Borgia que más tarde sería el Papa Alejandro VI. La fachada cubierta de enredadera con un pasadizo bajo el arco que atravesamos para llegar a San Pietro in Vincoli (San Pedro en Cadenas) en el Monte Esquilino que está abierta desde las 8:00. Fue construido en el siglo V para albergar las cadenas de San Pedro.


El templo no está muy decorado pero debe su importancia al mausoleo del Papa Julio II realizado por Miguel Ángel.


Esculpido en mármol de Carrara forma parte del monumento mortuorio del pontífice, aunque no se concluyó como se había pensado es una de las mejores obras del artista.














A continuación nos dirigimos al Coliseo donde nos reuniremos con nuestra guía, para toda la mañana. Su nombre Annabella nos suena muy italiano, fue encantadora, trasmitía su amor por el arte y la historia de Roma.


Tenemos la visita reservada pero aun así tenemos que esperar la cola un buen rato, parece que había problemas con Internet.


Aprovechamos el tiempo y ya comienzan las explicaciones en el exterior, vemos en la parte alta de los arcos la numeración.



Su nombre era Anfiteatro Flavio pero se cambió por Coliseo debido a la gran estatua que se encontraba al lado, el Coloso de Nerón.
Permaneció activo más de 500 años, el último espectáculo fue en el siglo VI. Sufrió todo tipo de catástrofes: saqueos, terremotos y bombardeos. En la actualidad es junto con el Vaticano uno de los mayores reclamos para el turismo en Roma.
A la salida tenemos un pequeño descanso antes de dirigirnos al Foro donde hay otra espera, esta vez a pleno sol.


Pasamos al lado del Arco de Constantino y antes de entrar por otro arco, el de Tito.

Arco de Tito

En ese momento soy protagonista de una pequeña anécdota, pregunto dónde hay una fuente y después de mucho buscar la veo frente a mi, sin más me acerco y bebo. Cual es mi sorpresa cuando al incorporarme veo la cola que hay esperando, pero lo más sorprendente es que nadie protesta, parece que se han dado cuenta de mi falta de malicia. No se que nacionalidades estaban representadas pero yo les doy un aplauso por su comprensión.

Vista del Foro con la Basílica de Majencio a la izquierda y el Coliseo al fondo

En el Foro se desarrollaba la vida política, religiosa y comercial de la ciudad. Su decadencia empieza a partir del siglo IV y durante la Edad Media se convierte en la cantera de Roma. Sería a partir del siglo XVIII cuando se empezó a excavar, trabajos que continúan en la actualidad.

Hipódromo de Domiciano en la Colina del Palatino

Annabella se esfuerza por trasmitirnos sus conocimientos de la zona, el paseo es largo.


El Templo de Antonino y Faustina posteriormente fue adaptado como iglesia católica, lo que sucedió con muchas de las construcciones.


Nos cuentan que en algunos lugares las ruinas tienen una profundidad, creo recordar, de 11 metros.
El recorrido llega a su fin, son las 12.30  y ya aprieta el sol.
Nos acercamos a la zona del hotel para comer un plato de pasta. Después un rato de descanso de manera que también nos evitaremos el momento de más calor, es una costumbre que tenemos mi amiga y yo en nuestros viajes.


Ya descansadas salimos a nuestro primer recorrido en solitario, como ocurrirá en casi todas las salidas de nuestra estancia pasamos por delante del Altar de la Patria, conocido entre los romanos por "la tarta" o "la maquina de escribir"


Nuestra visita de la tarde es una de las más deseadas por mi, el palacio Doria Panphilj en la Vía del Corso, un edificio que no llama la atención por lo que su interior nos sorprende.



Sus salones son de un lujo insultante según palabras de Javier Reverte en "Un otoño romano". Es un palacio ocupado por la familia original y conserva la decoración y muebles del siglo XVII a XIX. Los cuadros en su colocación primitiva ocupando toda la pared.










La colección se inició en 1651 por el Papa Inocencio X Pamphilj y su retrato pintado por Velazquez es la principal obra de arte del palacio, que junto con su busto realizado por Bernini se exponen en una sala en solitario.



Velazquez retrató al Papa de una forma tan real que no fue muy del gusto de la época.



No es una de las visitas más recomendadas en Roma, pero yo creo que merece la pena, hay cantidad de obras de artistas muy conocidos a lo que se añade la visita a un palacio tan bien conservado.


Al salir, como queda cerca, nos vamos a ver la Fontana di Trevi que es una de las visitas obligadas. No se puede disfrutar mucho, como veis en la foto que pongo está literalmente asaltada por la gente. Cumplí el rito de tirar la moneda ¡desde luego que quiero volver a Roma!
Callejeamos un rato acercándonos al hotel y aprovechamos a comprar los tiques para el autobús que pensábamos coger al día siguiente.




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