lunes, 3 de junio de 2019

GANDIA, LA CIUDAD DE LOS BORGIA


Llevaba mucho tiempo con las ganas de visitar Gandia y no me ha defraudado. Es un lugar muy turístico con una zona de hoteles con 7 kilómetros de playas, su historia ligada a los Borgia y su cercanía con Valencia son motivos suficientes para disfrutar la estancia.


Me he alojado en el hotel Riviera, en el Paseo Marítimo, donde he disfrutado de la tranquilidad y el trato familiar de su personal. En primera línea de playa con una cafetería totalmente acristalada donde poder descansar y compartir experiencias con las magnificas vistas del Mediterráneo enfrente.
Para desplazarse a la zona del casco histórico es necesario coger el autobús, hay unos cinco kilómetros de distancia, en el centro para delante de la Oficina de Turismo a un lado y al otro la estación del tren. Se puede adquirir una tarjeta con diez viajes que se devuelve en el mismo bus al finalizar los días de estancia.


En esta zona turística se puede visitar el puerto y la iglesia de San Nicolás del Grau un moderno edificio que se construye para sustituir al que fue destruido en la Guerra Civil.


En la parte de la izquierda hay una cristalera con una puerta que da a un pequeño claustro que se puede usar para ampliar el aforo de la iglesia.
Me gustó la cabecera de la iglesia cubierta de piedra que destaca por la altura y con la iluminación indirecta .


Ya en el casco histórico al comenzar el paseo lo primero que nos encontramos es la Plaza de las Escuelas Pías con un conjunto escultórico que recuerda a los personajes más célebres de la familia Borgia o Borja, como se dice aquí.


En la Plaza Mayor están los dos edificios más importantes de la ciudad. El Ayuntamiento es del siglo XVIII con fachada de estilo neoclásico coronado por una balaustrada con cuatro bustos que representan las cuatro virtudes que los políticos deben cumplir: prudencia, templanza, justicia y fortaleza.


Una escultura recuerda a Francisco de Borja, duque de Gandia.













En la misma plaza está la colegiata de estilo gótico, siglos XIV y XVI. Su campanario se ve desde casi toda la ciudad.

Puerta de Santa María
Puerta de los Apóstoles


















Destacan sus dos puertas, la de Santa María o del Mercado y la Puerta de los Apóstoles.


Cerca se encuentra el Convento de Santa Clara, es de clausura y fue fundado en el siglo XV. Está habitado por monjas clarisas. Solo se puede visitar la iglesia de estilo gótico.


Está en la Plaza de María Enriquez donde hay una escultura dedicada a este personaje de la historia de Gandia.
Muy cerca se encuentra el antiguo Hospital de Sant Marc que desde el siglo XIV mantuvo su actividad hasta el siglo XX. En la actualidad es el Museo Arqueológico y el Museo de Santa Clara.













Visito el Arqueológico con restos excavados en la zona, provisto de muchos paneles explicativos.















Otro lugar que no podía dejar de visitar es la Casa de Cultura de González de Quiros donde se realizan los actos culturales.


El edificio de estructura denominada defensivo-palatina donde destacan las puertas de madera, las rejas y los balcones.


Tiene un jardín romántico con árboles del origen del palacio, está abierto al público y en el se realizan conciertos durante el verano. Un lugar precioso para descansar en el pequeño bar que hay en el centro.


Cuando lo visité también había una exposición de bonsáis.


A continuación está el Teatro Serrano construcción de principios del siglo XX. Su fachada es modernista. Ha sido reformado en 2006
Muy cerca se encuentra la biblioteca en la pequeña plaza del Rey Jaime I conocida como la Plaza de los Palomitos y donde se encuentra también el antiguo Gran Cine Royalty.


La biblioteca fue el antiguo convento de los franciscanos, San Roque, mandado construir por un Borja en el siglo XVI. En el interior aún se puede ver el antiguo claustro, hoy utilizado como terraza de la cafetería.













El día de mi visita estaban colocando una escultura moderna "La Lectora" de Jesús Martí "Chulé" de hierro reciclado. Es la imagen de una mujer leyendo que representa a las personas que amamos los libros y la lectura. Otro día volví a pasar para verla de nuevo.
La biblioteca tiene tres pisos y en el segundo se encuentra el archivo histórico. Atendieron con mucha amabilidad las preguntas que les hice.


Un lugar que me costó encontrar fue el Torreón del Pino, torre defensiva de la muralla, pasa un poco desapercibida. Forma parte de la ampliación de la muralla que realizó el IV duque de Gandia. Se conservan restos de la muralla a orillas del río Serpis, cerca del Palacio Ducal.


Para proteger la muralla de la intemperie está el Mirador de los Borja, el pavimento de la plaza dibuja el trazado por donde discurría la muralla. Hay buenas vistas del cauce seco del río Serpis.
He dejado para el final el monumento más importante de la ciudad, el Paladio Ducal, muestra de un palacio gótico valenciano. Casa natal de San Francisco de Borja.













Después del zaguán se accede al magnifico patio de armas,al fondo se ve la escalera señorial donde se encuentra el único ventanal original de los que vemos.

Directamente se entra al Salón de Coronas, con zócalo de azulejos realizados con la técnica a la cuerda seca, parte de ellos originales que proceden de los alfares de Triana.
El salón está decorado con ocho lienzos que representan escenas de la vida de San Francisco de Borja.


La capilla neogótica tiene el techo decorado con una bóveda estrellada azul con cuatro serafines en el centro.
La santa capilla era el oratorio de San Francisco de Borja con el techo en forma de ataúd. El pavimento es el original del siglo XIV.


Otra de las estancias destacadas es el Salón de las Águilas con un friso dorado en la parte alta con águilas y granadas como decoración.


Pero destaca la Galería Dorada dividida en cinco salones separados por puertas, las dos primeras movibles que servían para las fiestas.













La riqueza decorativa es magnífica, el techo decorado con lienzos pintados por ser más fácil de realizar, los suelos conservan parte del pavimento original.

Por la parte exterior los muros están pintados con una profusa decoración vegetal con cenefas, jarrones....
También destacan los cubiertas de los balcones con tejas vidriadas.
Realicé la visita guiada que me parece muy recomendable para no perderse las explicaciones sobre la vida de los Borja y el arte que atesora el palacio.
También en el centro se puede pasear por una calle repleta de comercios para una tarde relajada y de compras, hay para todos los gustos.
Ha sido un destino que no me importaría repetir.

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