jueves, 30 de agosto de 2018

DE NUEVO EN VALLADOLID- II

Amanece nuestro segundo día en Valladolid y de momento no llueve. Desayunamos en el hotel, todo estupendo.
Parte de la mañana pensamos dedicarla al Museo Nacional de Escultura instalado, principalmente, en el antiguo Colegio de San Gregorio estilo gótico isabelino. Pero tiene dos sedes más, el Palacio de Villena y la Casa del Sol.













Llegamos a la Plaza de San Pablo con la iglesia del mismo nombre y el Palacio de Pimentel en el que nació Felipe II.

Tiene una ventana esquinera de estilo plateresco y  un zaguán decorado con azulejos que representa historias de la vida de Valladolid.


Antes de la hora de apertura ya estamos esperando ante el Colegio de San Gregorio para tener tiempo de admirar la fachada inconfundible imagen de Valladolid y que es un derroche de profusión decorativa del gótico tardío.
Es la tercera vez que lo visito, de la primera poco me acuerdo, fue en mi viaje de estudios de fin de bachiller, de la segunda hace quince años pero hay muchos cambios.


Empezamos en la capilla que a sus pies tiene una maravillosa galería para el coro. Por lo demás la capilla es sencilla.


En ella hay una pieza que desconocía, un órgano de realejo o portátil que nos llamó la atención como para preguntar qué era, vivió su esplendor en el siglo XV.




La rica ornamentación del patio con pilares helicoidales y preciosos calados es magnífica así como la escalera de acceso al piso superior.


Ya en la primera sala de la visita encontramos una de las piezas importantes del museo la Virgen de la Piedad, obra del siglo XV perteneciente al gótico tardío.


Una escultura que me gustó fue la de Santa Ana, la Virgen y el Niño, la primera que vi de este tipo fue en Pravia, Asturias y desde entonces me han interesado.


Pero otra de las destacadas es la Magdalena penitente de Pedro de Mena, realizada en 1664 en madera policromada. A mi particularmente no me gustó.


Pero me pareció preciosa la Santa Eulalia de Luis Salvador Carmona, realizada entre 1760-1770, de estilo rococó.
Hay mucho que ver en el museo como por ejemplo los pasos tradicionales que las numerosas visitas me impidió fotografiar.


Yo quiero enseñar a mi amiga el Belén napolitano que se encuentra enfrente, en el Palacio de Villena que  alberga además, la Biblioteca, la Sala de conferencias, los talleres de restauración. En la página del Ministerio de Cultura se pueden ver muchas imágenes con escenas del Belén.
https://www.mecd.gob.es/mnescultura/visita/coleccion-visitable/belen-napolitano.html
La mañana ya está avanzada y nos damos un paseo a la vez que buscamos donde comer, lo que nos resultó un poco difícil. Después tenemos tiempo para descansar en el hotel que para eso lo buscamos en el centro.
La tarde ya está planificada, visita al Patio Herreriano, Museo de Arte Contemporáneo Español. Vamos a ver dos exposiciones: Sorolla "Un jardín para pintar" y Sorolla en su paraiso, álbum fotográfico del pintor. A las dos nos gusta y es una suerte poder aprovechar esta oportunidad.
Atravesamos la Plaza Mayor y tomamos la calle a la izquierda del Ayuntamiento, por ahí se sale a la Plaza de la Rinconada y enfrente, bajo unos arcos, tenía mi familia una farmacia.
Ya no existe nada, pero si hace quince años aun vi el cartel. Si queréis leer algo con relación a ello os remito a una entrada del blog.
http://estudiosadelarteviajeraempedernida.blogspot.com/2014/11/
Pero hay más sorpresas en esta plaza, me encuentro de frente con Javier Sierra que está ese día en la Feria del Libro y  al que tenía pensado ir a ver. Fue muy agradable al reconocerlo, incluso le expliqué donde era la feria.




Dejamos esto para luego y vamos a disfrutar de Sorolla. Muchos de los cuadros representan zonas del jardín de su casa en Madrid pero también de lugares como Sevilla o Granada.


Las fotografías son un testimonio de su vida en familia, el ambiente cultural de la época y los personajes con los que se relaciona.













Concluida la visita nos acercamos a la Feria del Libro a tiempo para asistir a la firma de Javier Sierra.

No hay demasiada gente y me compro el libro, después asistiremos a la entrevista a la vez que conocemos el Teatro Zorrilla que pasa desapercibido, únicamente lo delatan las banderas en la fachada.


Por fin he cumplido el deseo de conocer al escritor desde que leí "El maestro del Prado" publicada en 2013.
La entrevista resulta muy amena y el teatro nos ha encantado. No queda más que contar, el día se termina y es hora de descansar.


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